Cuando contactáis conmigo para maquetar vuestro documento algunos me preguntáis qué hago exactamente con él, queréis saber qué recibiréis. Así que voy a enumerar qué obtenéis con una maquetación profesional, cuáles son los beneficios de trabajar con Gallarda:

1. Orden: El documento resultante está ordenado. Los espacios entre párrafos, los márgenes y diferentes elementos son equilibrados y constantes a lo largo del documento. 
2. Jerarquía: Durante la lectura la persona que lee el documento sabe dónde está, en qué parte del documento se encuentra porque tiene encabezados, cada apartado está correctamente numerado y los espacios en blanco ayudan a ver cuándo cambia de capítulo o de sección.  
3. Estética: Se escogen las tipografías y la paleta cromática (cuando las pautas lo permiten) para que resulte agradable la lectura. Del mismo modo se establecen los espacios y la distribución de los elementos, se rehacen las tablas o gráficos con la tipografía y colores marcados. Todo en pro de una coherencia visual.
4. Lecturabilidad: Este concepto se refiere a la facilidad de lectura de un texto por su redacción y presentación. Todo lo anterior es lo que contribuye a que un texto sea fácil de leer y la vez se comprenda.

Las herramientas para obtener estos beneficios son una buena elección de tipografías, normalmente dos que sean compatibles para diferenciar titulares de texto corrido. Estas han de tener ojales grandes; de trazo medio, que no resulte muy fino que se pierda ni muy grueso que cargue mucho la página. También es importante una paleta cromática, aunque solo sean dos colores o jugar con los colores de la escuela o universidad para diferenciar partes y romper la monotonía.

Antes de iniciar cualquier maquetación de un TFG, TFM, plan de oposiciones o tesis os hago una serie de preguntas, una de ellas es si tienes pautas por parte de la universidad o escuela para la maquetación. A veces hay unas pautas muy estrictas, en cuyo caso nos ceñimos a ellas y otras no las hay o las que hay son muy flexibles.

El objetivo final de una buena maquetación es hacer la lectura más fácil, comprensible y agradable. Todos hemos sufrido, y digo sufrir porque a veces resulta un castigo, tener que leer textos apretados, con tipografías de baja legibilidad, sin márgenes u orden de apartados. La maquetación profesional busca hacer que textos largos, a veces cargados de cifras o datos, resulten estéticamente más atractivos, ligeros y fluidos para leer.